miércoles, febrero 15, 2012

COMUNICADO DE COLABORADORES INDEPENDIENTES DE RADIO BEMBA FM 95.5

Hermosillo, Sonora, México. 15 de Febrero de 2012.

COMUNICADO DE COLABORADORES INDEPENDIENTES DE RADIO BEMBA FM 95.5

A los radioescuchas de Radio Bemba.
A la opinión pública.

Somos un grupo de personas que, hasta septiembre de 2011, teníamos un espacio de producción independiente en Radio Bemba. Consideramos importante hacer este comunicado a manera de explicación, tardía quizá, para la audiencia, pero con la intención de aclarar las razones por las que no hemos vuelto al aire en el 95.5 de FM, y por las cuales muchos de nosotros no volveremos a estarlo.
En temporadas y contextos muy diferentes, fuimos convocados o tuvimos la iniciativa de acercarnos a colaborar en un medio permisionado, que ha buscado ser comunitario. Algunos de nosotros hemos estado cerca del proyecto o hemos colaborado en él casi desde su inicio, hace poco más de 10 años. Hemos propuesto y realizado un programa de trabajo con un discurso propio y una motivación particular, con el propósito de crear cada quien a su manera, un espacio público dónde analizar las demandas de la sociedad, produciendo el interés de la comunidad y generando un espacio plural y participativo.
Nos comprometimos en este proyecto con los objetivos que una práctica social ofrece, siempre pensando que con éstos Radio Bemba pudiera cosechar no solamente una audiencia, sino también un diálogo continuo y fructífero para la construcción de ciudadanía, inmersos en la sociedad civil.
Más allá, nos ha interesado trabajar de manera voluntaria, en un medio que da voz a grupos sociales que en otro medio no tendrían oportunidad, y que también busca ser una fuerza que empuje el cambio en la sociedad: democratizar a los medios para democratizar a la sociedad.
A lo largo de estos años hemos sido testigos de cómo Radio Bemba creció, no sólo a nivel local, sino de cómo llegó a convertirse en un referente para las radios comunitarias a nivel nacional y continental. En la Radio se han expresado muchas necesidades, inquietudes y demandas de diferentes grupos e individuos en diversas situaciones, por lo que su pluralidad ha sido indudable.
Sin embargo, desde septiembre de 2011, Radio Bemba dejó de transmitir sus más de 30 programas hablados o musicales habituales, ya sea de producción propia o de colaboración independiente. Todo inició con un corte a la energía eléctrica, situación no extraña en la emisora, aunque en esta ocasión la duración fue mucho mayor.
El 95.5 volvió a transmitir el 2 de noviembre, pero sólo música y anuncios oficiales y no oficiales. Entonces la Dirección, a cargo de Comunicadores del Desierto A.C., nos dijo a algunos que tendría que haber cambios en la emisora, por lo que se haría una serie de estudios de mercado para hacerla más sustentable, y que estuviéramos pendientes para las novedades.
Las novedades las hemos tenido hasta mediados de enero, cuando a algunos de nosotros, que pedimos una explicación, se nos respondió que, a partir de una fecha aún no definida por la Dirección, para quienes teníamos programa de una hora entre semana, éste espacio se limitará a una cápsula o reportaje de 12 minutos; pero que también existe la opción de producir un programa grabado de una hora, mismo que se pondría al aire los domingos, día que podría dedicarse a integrar una barra temática.
Esto, por cierto, deja automáticamente fuera al “Tango de la Viuda Negra”, uno de los programas de mayor antigüedad y más escuchados de la frecuencia. Sin embargo, se nos aclaró que ambas modalidades, tanto la de 12 minutos como la dominical, están en estatus de “probables”; es decir, las situación en realidad sigue indefinida y no hay garantías de nada.
Los cambios en programación, en temática, en género musical, en cualquier medio concesionado que se administra con criterios lucrativos de parte de privados es lo más común. Que desaparezcan espacios radiofónicos o que se cambie de estilo musical a una frecuencia de la noche a la mañana tampoco es raro. Pero que unas cuantas personas decidan la desaparición o modificación de todos los programas sin mediar siquiera un aviso, tanto para sus productores como radioescuchas, es, por lo menos, incongruente en un medio que se diga impulsor de la horizontalidad, de lo colectivo, de lo democrático.
Y es que, en la práctica, los 12 minutos y/o el programa grabado dominical es para muchos equivalente a quedar fuera de la Radio. Una decisión de esta naturaleza, sin tomar en cuenta en lo más mínimo la opinión de los productores, algunos con más de 5 años ininterrumpidos al aire, es una injusticia. Creemos que la verdadera intención, al no ser consultados, es dejarnos fuera de la emisora.
Reconocemos que muchos de nosotros asistíamos a la Radio sólo el día que nos tocaba programa, y ocasionalmente a algún evento especial, y aunque dedicábamos tiempo fuera de la radio a la preparación de nuestros programas, no sufríamos la ardua labor diaria de gestión y de administración que soportaba a la emisora. Cumplíamos con nuestras obligaciones plasmadas en el convenio suscrito con Comunicadores del Desierto lo mejor que podíamos, y algunos de nosotros realizábamos colaboraciones y contribuciones extra de manera más constante.
De acuerdo con una cláusula establecida en dicho convenio, los programas independientes teníamos obligación de conseguir un patrocinio mensual, y aunque el incumplimiento a ésta era prácticamente generalizado, para la Dirección esto no era un motivo que la llevara a negar el espacio.
Sin embargo, desdeñar la tarea que desempeñaron las producciones independientes a lo largo de la historia de la Radio en su crecimiento y desarrollo, sería tan necio como no reconocer que fue la misma Dirección quien tuvo la visión de incluir a muchas comunidades de interés y de tener una barra de programación diversa. Y fue precisamente esta diversidad, una de las razones que llevó a la radio a proyectarse como lo hizo.
Consideramos entonces que es una falta de respeto, no sólo para nosotros, sino principalmente para los radioescuchas, el hecho de que hasta el momento no haya habido explicación formal alguna sobre la falta de programación hablada al aire ni sobre el nuevo formato que se planea para la frecuencia del 95.5 FM.
Todos, o casi todos los que aquí nos expresamos hemos coincidido en una visión similar sobre la radio comunitaria que queríamos construir. Pero no sólo nosotros, sino también personas que han colaborado a lo largo de este tiempo y que por una razón u otra se han apartado del proyecto, sin mencionar a tantos radioescuchas que han creído y han aportado su valioso grano de arena para la construcción de una radio comunitaria. En ese camino, nuestro continente es rico en historia y experiencia, nadie ha inventado el hilo negro. Han sido los mismos directivos quienes, en su momento, nos guiaron en ese camino, pero vemos con suma tristeza que en los últimos meses algo ha cambiado para muchos en Radio Bemba, por decisión de unos pocos.
Es difícil pensar que en el 95.5 FM continúa la búsqueda de la democratización y la realización efectiva de los derechos de la población, cuando al interior se actúa en sentido completamente inverso.
Una radio comunitaria tiene por objetivo principal ser un medio de comunicación alternativa que (lejos de la pauta marcada por los grandes medios masivos que buscan sobre todo lucrar con su espacio), promueva los derechos humanos, la equidad de género, el respeto a la diversidad sexual y el medio ambiente, entre otros temas que ayuden a formar ciudadanía.
En este sentido, reconocemos que la música también es importante en un medio como éste, pero sin que signifique la exclusión del diálogo, a la luz del derecho a la información reconocido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su Artículo Sexto.
Queremos manifestar que no compartimos con la Dirección de esta emisora las decisiones que lleven a convertir al 95.5 de FM en otra cosa muy distinta de lo que Radio Bemba significó para nosotros, para mucha gente, para organizaciones civiles y otras radiodifusoras mexicanas y latinoamericanas. Y asimismo, que ante la decisión de Comunicadores del Desierto, asociación civil que respalda jurídicamente a Radio Bemba, no haremos algo más allá de esta denuncia pública de los hechos.
Deseamos dejar claro a nuestra comunidad, compañeros, colegas y amigos, que quienes hemos participado en actividades comprometidas con “la democracia de las calles” y con “una radio de la gente y para la gente”, pensamos que constituye una injusticia destruir un medio de comunicación alternativo que se ha levantado con el trabajo voluntario, el esfuerzo, la cooperación y el compromiso de mucha gente. Si ese trabajo, ese esfuerzo, esa cooperación y ese compromiso no han sido suficientes para sostener a la emisora, creemos que eso no justifica las decisiones arbitrarias que se han estado tomando.
Agradecemos a todos los radioescuchas del 95.5 de FM, por darnos la oportunidad de hacerles compañía por medio de la radio. Para algunos de nosotros fueron años, para otros meses, pero para todos fue un gusto y un honor compartir con ustedes el espacio radiofónico. De verdad, muchas gracias por haber sido la parte más importante de Radio Bemba.

Atentamente,
Colaboradores de programas independientes

Arturo Cruz Baypoli, De la Kalle.
María Luisa Alatorre Castañeda, Desde Fuera.
J. Tadeo Leyva López, El Filo.
Manuel Acuña Zavala, El Tango de la viuda negra.
Angélica González Rodríguez, El Tango de la viuda negra.
Diana Leticia Munguía Carrasco, El Tango de la viuda negra.
Mireya Cons Scarone, Levantemos la Voz.
Juan Antonio Pavlovich, Levantemos la Voz.
Ismael A. Meza Ortega, Palabra en Movimiento y Kaleidoscopio.
Adriana Manjarrez Peñúñuri, Palabra en Movimiento y Kaleidoscopio.
Isaí Álvarez Ramírez, Palabra en Movimiento.
Ismene Figueroa López, Sangre Violeta.
Carlos Miguel Luna Zavala, Unísono.
Ana Laura Carranza A., Unísono.
Ricardo Félix Rodríguez, Versus propaganda global.

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