martes, mayo 24, 2011

La vejez abandonada (en EU y en el mundo)

Por Rubén Feldman
Vivimos en un mundo no apto para niños, ya que no existe una buena alimentación, una adecuada educación , un apoyo de la sociedad a la familia, sino que crece la alienación entre el hombre y la mujer, las epidemias venéreas, la venta de armas entre los gobiernos, con el consecuente recrudecimiento de los conflictos locales o nacionales (armados o no), así como un creciente drama ecológico, que hace que hasta el agua “potable” sea un peligro para la vida.
Esta sociedad mundial de miseria creciente, guerra permanente, codicia y corrupción, de televisión y alcohol, de tabaco y drogas, no muestra compasión tampoco por los ancianos. Los datos concretos:

Los ancianos que tienen la suerte de conseguir un “asilo” sufren abusos físicos, falta de cuidados médicos o paramédicos, falta de privacidad, falta de luz eléctrica, falta de limpieza, falta de respeto y libertad.
El 80% de estos asilos están orientados a la ganancia. Muchos de los que afirman que no buscan ganancia, buscan “contribuciones voluntarias” para admitir ancianos, lo que acaba de ser denunciado en las cortes de Pensilvania como una forma más de extorsión.
El costo anual por persona en un asilo de ancianos es de $ 24,000 dólares en Florida, en New York no hay siquiera suficientes camas.
Las llamadas compañías de seguros o mutuales, no pagan más que unos meses de servicio (cien días) en el mejor de los casos, después de lo cual el anciano (o la familia) pierden todo lo que tienen: casa, ahorros, crédito y cuenta bancaria, en ese orden.
Aquéllos ancianos que buscan transferir bienes a cónyuges o hijos, hallan que Medicaid (la ayuda estatal) no llega hasta después de dos años de esa transferencia. Muchos ancianos vagan por las calles de New York y Los Angeles sin hogar ni apoyo.
La Asociación Americana para retirados y jubilados, es una entidad privada que no sabe qué hacer con las solicitudes de consejo, supervisión y ayuda.
Algunos ancianos “tienen suerte” de pasar unos días en la cárcel y sacarse el hambre, pero otros deben consumir carne enlatada para perros si desean sobrevivir.
El suicidio de los ancianos ha crecido estadísticamente. ¿Y cuál es el destino de los niños y los ancianos en los países pobres, explotados o invadidos?

(Fotografía: Lory Jones)

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